Bogotá, Colombia -Edición: 638

 Fecha: Miércoles 08-05-2024

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\\ OPINIÓN //

EDITORIAL

¿Quién manda aquí?

Entonces vas por la calle, cansado, de todo tu trabajo se te acerca alguien y te afirma que le colabores, porque acabó de salir de la cárcel, y pues no puede volver a delinquir ¿qué es esto, una amenaza acaso? y después de esto resulta que no atender sus propuestas para que no caigan de nuevo al camino del mal nos convierte en los malos de la ecuación. Patrañas, afirmamos con ímpetu a este tipo de acontecimientos, de la misma manera que nos parece sumamente absurdo lo sucedido en los Llanos del Yari, Caquetá, en donde amablemente le pidieron al ejército que se retirara ¿qué tipo de broma de mal gusto fue esa conversación? como un grupo puede llegar a tener el descaro para exigirle al ejército, a nuestro ejército, que no haga su trabajo… Parece que tanto tiempo que se les dio un puesto especial, por los tratados, los hizo malentender la situación, ellos no son quienes controlan nuestro país.

Pero ¿quién da control a nuestro país? ¿desde qué fundamentos se negocia? innumerables veces este periódico ha afirmado que no se puede negociar con bandidos, y es que la negociación se debe de dar como impulso de paz, y no como una rendición, rendición que de no aceptarse entonces los bandidos vuelven a las andadas con sus amenazas y sus famosas “luchas revolucionarias” que sólo han traído muerte y destrucción a un país carcomido por la corrupción.

Lo dicho anteriormente parece ser el caso del grupo ELN, el cual presuntamente afirma que vuelve el secuestro extorsivo. Que quiere decir esto, que les dimos un periodo de vacaciones a las guerrillas de nuestro país o es que acaso toman los tratados de paz, como el periodo de descanso de labores… ¿Qué está sucediendo con nuestro país? porque mientras se intenta negociar, los bandidos se apropian, dominan, amenazan y demás… La pregunta aquí es ¿con quién se está negociando? la pregunta parece ser válida, porque seguro no estamos negociando con los que en realidad pueden llegar a solucionar estas complicaciones, incluso podemos ir más allá y preguntar ¿quién debe negociar la paz?

Una guerra que nunca termina

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

Nací en medio de la segunda guerra mundial y aun las batallas continuaban en menor escala. Pero seguía la guerra. Fueron tiempos difíciles para la humanidad, pero nada nuevo en la actualidad.

El siglo 20 estuvo en guerras de todos los tonos y se descubrieron medicinas que han alargado la vida y calidad de ella, además la tecnología abrió nuevas puertas al conocimiento para darnos mayores posibilidades de vivir como seres humanos en óptimas condiciones. Hoy podemos decir que vivimos más años con una calidad de vida que no se había vivido.

Pero no todo es maravilla. Millones de personas mueren en múltiples circunstancias, al igual que la medicina no le llega a todos ni la comida. Todo es circunstancial, pero seguimos viviendo como si nada pasara.

Estamos en el siglo 21 y no hay gran diferencia entre el pasado y el presente, simplemente han cambiado de personajes y protagonistas a pesar que otros continúan en el mismo estatus de la vida.

La gran mayoría de la gente no ha madurado como para intervenir en la vida social y hacer que se den las cosas como realmente se deben dar para que la equidad y el bienestar humano alcance para todos. Vivimos, sí, pero igual que las mansas aguas que pasan por debajo del puente existencial.

Las noticias llegan a medias, y casi todos mienten sobre lo que está pasando, porque a veces es mejor no poner atención a la realidad de la vida y así no sentirse afectado por el medio en que vivimos.

El planeta todos los días pierde habitantes y la gente no lo percibe, porque no hay conciencia de la existencia misma. Somos una masa amorfa que se mueve como las olas del mar y nadie escucha el golpe de ellas contra las rocas. Tantas cosas están pasando aquí y allá que parece normal.

Los crímenes que se cometen a diario por parte de quienes trabajan en el Estado quedan impunes, porque quienes trabajan en el Estado son tan corruptos como quienes los eligen porque viven de esa corrupción. Y todo lo sabemos. Pero el silencio cómplice de todo es más saludable que hacer presencia y luchar porque todo sea equilibrado.

Colombia está en un agujero insondable por donde transitan delincuentes y santos pecadores que creen que van a redimir a pecadores que no tienen salvación, porque ya nada los salva. Jamás serán seres de bien. Porque no lo conocen y porque sus vidas han estado en la parte negativa de la vida.

Miro desde afuera y trato de tener fe de que algo va pasar para bien, pero no veo la salida del túnel ni vehículos que la crucen

DESARMAN LAS FUERZAS ARMADAS
Crónica #876

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

Audio:

https://www.youtube.com/watch?v=yvjxrY5eOHc

Aunque no es una verdad muy conocida los grandes fabricantes y vendedores de armamento son Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Israel, Rusia y Corea del Norte.

En Colombia siempre creíamos que por ser parte de la égida gringa, el armamento de nuestras fuerzas militares y de policía provendría de los Estados Unidos.

Por estos días empero, se ha ido sabiendo que, para obedecer al fracasado bloqueo de la OTAN a Moscú, no hay contrato de mantenimiento para los helicópteros rusos, que la regaladera de helicópteros usados y municiones sobrantes de parte de los norteamericanos se ha visto reducida y, con la ruptura de las relaciones con Israel, nos confirman que dizque tenemos una muy fuerte dependencia de nuestras Fuerzas Armadas con la armería judía y se corre el peligro de que nuestras otrora flamantes fuerzas uniformadas constitucionales terminen desarmadas.

Se ha sabido entonces que el mantenimiento de los aviones Kfir sobrevivientes después de tantos años estará en veremos porque dependen del gobierno israelí y que igual pasará con los cascos inteligentes para comunicaciones y punto de tiro de los helicópteros Arpía.

Pero quizás lo más protuberante sea que se suspendan las patentes que tiene Indumil para fabricar en Colombia los fusiles Galil y que las miras y cañones con que ese armamento se ensambla en nuestros país no puedan traerse porque también son del gobierno de Netanyahu.

Para otros es más grave que la movilidad, la logística y la inteligencia de cada una de las partes integrantes de ejército, aviación, marina, y policía se hayan surtido siempre con productos militares israelíes.

Y para los más pesimistas, y defensores a su vez de mantener los nexos con el despiadado asesino de miles de niños y mujeres palestinos, lo que perderemos en ciberdefensa y tecnologías de ciberseguridad quizás sea tan grande que apenas ahora vamos a medir lo dependientes que somos del estado judío.

El Porce, mayo 8 del 2024

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